Reventón, hedonismo y homoerotismo en las fotografías de Armando Cristeto

Feb 17 • destacamos, Miradas, Visiones • 1602 Views • No hay comentarios en Reventón, hedonismo y homoerotismo en las fotografías de Armando Cristeto

 

La obra del artista visual documenta fiestas que se llevaron acabo en el Bar 9, eventos de high energy, el glamour de las drags, pero también rinde culto a la masculinidad

 

POR ELOY LINARES
A finales de los años 70’s, fotografiar la vida urbana, el reventón y el glamur de las drags era irrelevante para un grupo de artistas visuales interesados en inmortalizar fenómenos políticos o la cosmogonía indígena, recordó el fotógrafo Armando Cristeto Patiño.

 

En entrevista para Confabulario, el artista visual, con 50 años de trayectoria, se definió como documentalista porque nunca crea personajes ni escenas como lo hacen los fotógrafos editorialistas.

 

Armando Cristeto (1957), es conocido porque, a excepción de la primera, ha documentado todas las marchas del orgullo homosexual en México, también es famoso por la serie fotográfica a fisicoculturistas que tituló “Apolo Urbano” (1980-1989).

 

Hace 10 años, una de sus imágenes se convirtió en la portada del libro “Tengo que morir todas las noches” del periodista Guillermo Osorno, crónica que describe la vida cultural en el Bar 9.

 

En esta pieza, Alejandra Bogue aparece dando un beso a la cámara, mientras Nana, “La Reina de la Zona Rosa”, recibe a un amigo.

 

https://www.youtube.com/watch?v=VDUzTA07OfY

 

Aunque no aparece, a la izquierda de “La Reina de la Zona Rosa” estaba Henri Donnadieu, administrador del Bar 9, pidiendo a una multitud que esperaran porque el establecimiento estaba a reventar.

 

La fotografía fue tomada el 31 de enero de 1989 durante el duodécimo aniversario del local, que se ubicaba en la calle de Londres 156 de la colonia Juárez, en la Ciudad de México.

 

Para el festejo, la compañía de teatro “Kitsch Company” representó un reloj; cuando las mancillas marcaban una de las 12 horas, cada integrante realizaba un baile.

 

Como en otras ocasiones, Armando Cristeto retrató de una manera ideal a sus amigos mientras se divertían.

 

Debido a que el ambiente era sofocante y porque era imposible caminar para pedir un trago, en un espacio de 120 metros, algunos afortunados solo estuvieron cinco minutos.

 

Entre los miles de asistentes, nadie sabía que el Bar 9 cerraría de manera definitiva a unas semanas de cumplir el decimotercero aniversario.

 

Demonios del high energy

 

Durante 1982, la búsqueda por mundos clandestinos, privados y secretos, llevó a Armando Cristeto a los “toquines” amenizados por sonideros como Patrick Miller o Polymarchs en el Club de Periodistas y en el Palacio de los Deportes.

 

En aquellas fiestas asistían un grupo de jóvenes, conocidos como “The Demons” quienes, con un atuendo punk y el rostro maquillado, atraían la atención cuando montaban una coreografía a ritmo del tema Rock Lobster de B-52’s.

 

https://www.youtube.com/watch?v=n4QSYx4wVQg

 

A diferencia de los eventos que organizan sonidos como El Condor o La Changa, donde se baila música tropical, en los “toquines” de Patrick Miller y Polymarchs se escucha música disco y hi-nrg.

 

En relación a este tipo de fiestas, Armando Cristeto recuerda que acudían entre 700 y mil personas de todos los estratos sociales.

 

La mayoría de los parroquianos asistía con ropa platinada, guantes y botas con estoperoles, como si fueran a salir en un video clip.

 

Cuestión de principios

 

En los años 70’s, Armando Cristeto era un adolescente que recorría -en compañía de su hermano mayor, Adolfo Patiño-, todas las exposiciones de arte que se exhibían en la Ciudad de México.

 

Durante aquella época, como en la actualidad, le desagradaba encontrar publicaciones que denigraban a homosexuales y travestis.

 

Junto con su hermano, fundó “Peyote y la Compañía”, colectivo que ocupaba las calles de la capital del país para difundir la obra de artistas emergentes.

 

Aunque se graduó como médico por la UNAM, la influencia que tuvo de Adolfo Patiño sobre pintura y cine fue fundamental para dedicarse a la fotografía.

 

En aquella época, decidió que nunca iba a retratar a un travesti como aparecían en la revista Alarma!  o en los diarios vespertinos, donde eran señalados como “maricones”, “mujercitos” o “cacha granizo”, cuando eran detenidos.

 

Sobre aquellas publicaciones, algunas de sus amigas le comentaron que fueron obligadas a ponerse una peluca para ser retratadas mientras eran arrestadas durante una redada.

 

Soy adicto a ti

 

En ocasiones, un error técnico vuelve especial una fotografía, explicó Armando Cristeto sobre autorretrato “Atlas”, que le encargó a Alfredo Nieto para la serie “Soy Adicto @ ti”.

 

En la imagen, por un problema en el flash, una sombra cubre la mitad del cuerpo del modelo, quien carga un globo terráqueo -como en la carta de la lotería-, aspecto que elimina una atmosfera aburrida de perfección, señaló el fotógrafo.

 

En el 2007, Armando Cristo conoció por una red social a Alfredo Nieto, quien solía compartir autorretratos en tanga y diferentes sitios de la ciudad de Nuevo León, Monterrey, que se tomaba con una cámara digital.

 

Debido a que sus fotografías eran cuidadosas, el artista propuso hacer un proyecto donde pondría en tela de juicio el tema de la autoría.

 

Al inició, las imágenes que recibía en su correo eran malas y, para mejorar la calidad, sugirió que revisara la obra de Robert Mapplethorpe y Duane Michals.

 

Casi de inmediato, recibió una respuesta de Alfredo Nieto, quien, sorprendido por las fotografías, prometió ser meticuloso en las propuestas de autorretratos que recibía.

 

Mirada que erotiza

 

Durante varios años, Armando Cristeto optó por dejar de exponer su obra que documenta las marchas a favor del orgullo homosexual porque lo estaban encasillando como un artista visual monotemático.

 

Sin proponérselo, la fotografía “Apolo Urbano” (1981) se volvió una bandera del activismo a favor de la diversidad sexual.

 

De acuerdo con el fotógrafo, el retrato es un elogio al hedonismo que reivindica homoerotismo a través de su mirada que endiosa la perfección del cuerpo humano.

 

Aunque su obra nunca ha sido censurada, lamenta que en Facebook le sea imposible publicar retratos en donde aparezcan penes o nalgas porque puede ser penalizados.

 

Hasta el 18 de febrero, algunas fotografías de la serie “Noches de Reventón” y de “Vaqueros Gay MX” de Armado Cristeto, se exhiben en la exposición “Fulgor” del Museo de Arte Moderno.

 

 

 

FOTO: La serie Vaqueros Gay MX la inició en 2017 y sigue en proceso. Las imágenes se han realizado en las ciudades de León, Zacatecas, Morelia, Tijuana, Ciudad Juárez y San Luis Potosí. Crédito: Armando Cristeto /MAM

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