La vida de los extranjeros
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Emigrantes, del dramaturgo polaco Slawomir Mrozek adquiere vigencia en la puesta en escena, protagonizada por dos víctimas de los sistemas totalitarios
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POR JUAN HERNÁNDEZ
Emigrantes, escrita en 1975 por el dramaturgo polaco Slawomir Mrozek, es una obra profundamente dolorosa. Expone, desde la entraña, la tragedia de dos exiliados —uno por razones políticas y el otro por cuestiones económicas—, personajes hermanados por el sentido desesperanzador de la existencia, frente a los abusos del poder absoluto.
La obra original habla de dos polacos que se exilian en París, luego de la Segunda Guerra Mundial y la imposición de un Estado totalitario en Polonia. En ese sentido, el drama tiene mucho de autobiográfico; pero más allá de la historia personal de Mrozek, está su visión crítica sobre la devastación humana, causada por el poder absoluto.
Mrozek tiene una clara posición política, toda vez que vivió la ocupación nazi de Polonia y posteriormente la instauración en su país de un sistema totalitario, tras la Segunda Guerra Mundial. De ahí que el también dibujante y periodista decidiera emigrar a Italia, primero, y luego a Francia, en donde pidió asilo político y posteriormente adquirió la nacionalidad francesa, en 1978.
El dramaturgo vivió en Estados Unidos y México. Regresó a su país por algún tiempo, pero murió en Francia, en el 2013, dejando una importante producción narrativa y dramatúrgica, además de sus colaboraciones periodísticas y obra plástica.
La aguda postura política de Mrozek, en el contexto de los movimientos migratorios obligados, adquiere actualidad en la puesta en escena de los venezolanos Jesús Delgado y Dimas González. Ambos directores se dan a la tarea de construir una simbólica del poder absoluto, reflejado en la existencia trágica de dos personajes que viven en el exilio.
En la puesta en escena no se hace mención de personajes políticos, ni se nombran países y tampoco se ubica geográficamente el lugar de la acción, lo que hace que este drama adquiera visos universales. Es decir, se trata de un montaje sobre el destino trágico de los más vulnerables, aquellos que se oponen al autoritarismo y que deben emigrar para recuperar la libertad y la dignidad.
Los actores Sebastián Torres y Jesús Delgado utilizan de manera deliberada, y quizá con cierto énfasis, el acento venezolano; de ahí que sea inevitable pensar en la crisis política y humanitaria actual en Venezuela. Sin embargo, los personajes encarnan, simbólicamente, el estrato social que se encuentra bajo la estructura que sostiene a los poderosos y privilegiados por un sistema político autoritario.
De ahí que el lugar que habitan los personajes sea el sótano de un edificio, el lugar menos propicio para vivir, con carencias básicas de supervivencia, desde donde se escucha la vida de lujo de “los de arriba”, que festejan el año nuevo con champaña y dejan caer sus desechos por el drenaje que parece derramarse por ese pequeño espacio que comparten los exiliados.
Resalta en este proyecto escénico la participación del creador escénico Jesús Delgado (Caracas, Venezuela, 1984), director general del Grupo Teatral Emergente, autor y director de Hamlet en Caracas, estrenada en el 2017.
Delgado se formó con maestros venezolanos, cubanos y argentinos. Posteriormente vino a México a estudiar la Maestría en Dirección Escénica, en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en donde tuvo como maestros a David Olguín, Martín Acosta, Rubén Ortiz e Ignacio Escárcega, entre otros.
El actor, director y dramaturgo ha tomado rápidamente una posición importante en el ámbito del quehacer teatral mexicano. En la obra Hamlet en Caracas, Delgado realizó una crítica aguda al sistema político de su país y, sobre todo, desentrañó el drama de vivir con temor a la represión.
En Emigrantes vuelve a retomar el tema, sólo que ahora con el imaginario del polaco Mrozek, que adquiere vigencia no sólo frente al éxodo obligado de venezolanos, sino de los centroamericanos o de los africanos; y que en el amplio espectro de los desplazamientos de poblaciones enteras, se vuelve un verdadero manifiestos artísticos sobre la inequidad, el abuso del poder y la desesperanza.
Teatro al momento
La cría, escrita y dirigida por Carlos Talancón, es una obra de suspenso y terror psicológico, que narra la historia de un matrimonio que debe mantener con vida y alimentar con su propia carne a su vástago. Con las actuaciones de Milleth Gómez, Anelvi Rivera, Emmanuel Morales, Javier Sánchez y Carlos Talancón, se presenta en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (atrás del Auditorio Nacional), lunes y martes a las 20:00, hasta el 10 de septiembre.
La tortuga de Darwin, de Juan Mayorga, dirigida por Ginés Cruz, con las actuaciones de María Elena Olivares, Miguel Romero y Paola Izquierdo, aborda el tema de los retrocesos de la humanidad, al avivarse el racismo, la guerra, los genocidios y la discriminación. La puesta en escena se presenta en el Teatro Santa Catarina (Jardín Santa Catarina 10, Coyoacán) de la UNAM, jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18 horas, del 8 de agosto al 8 de septiembre.
FOTO: Emigrantes, de Slawomir Mrozek, se presenta en el Teatro La Capilla (Madrid 13, Coyoacán), domingos a las 18 horas, hasta el 1 de septiembre. / Leonora Ortiz/ Cortesía de la producción
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