La mano de obra invisible que combate al Covid-19
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El Ciudad Juárez, las empresas dedicadas al sector médico adaptaron rápidamente sus operaciones para responder a las necesidades de la emergencia
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IBETH MANCINAS
Ciudad Juárez. La fuerza laboral de la industria maquiladora en la frontera de Juárez asciende a poco más de 300 mil personas y al menos 50 mil de estos trabajadores son el elemento más valioso con el que cuentan la ciencia y la tecnología para hacer frente a la epidemia de Covid-19, pues en sus manos está la elaboración de las “armas” con las que deben abastecerse los médicos que están al frente de la batalla.
Mujeres y hombres han renunciado al aislamiento en compañía de sus familias para asumir la responsabilidad que este momento les demanda; como es natural, al inicio de los contagios todos los trabajadores querían irse a casa. Es así como las compañías que los emplean debieron garantizarles apoyos económicos, medidas sanitarias extremas y, los más exigentes, protocolos de revisión médica a fin de garantizar su salud y bienestar.
Y es que hasta el miércoles por la noche, en el estado de Chihuahua, 13 de los 18 muertos por Covid-19, pertenecían a empresas maquiladoras, lo cual revela el riesgo de continuar trabajando. Es por ello que sólo se permite laborar a aquellas plantas cuyos productos sean esenciales, en especial los que son de urgencia tanto para la atención de pacientes como para el cuidado del personal médico.
De acuerdo a cifras del Clúster Biomédico Juárez-El Paso, la ciudad mexicana concentra el 90 % de las empresas dedicadas a la manufactura de dispositivos médicos, industria en la que trabajan alrededor de 40 mil personas, en tanto que Index registra unas 39 empresas de este giro dentro de las 326 plantas instaladas en el municipio fronterizo.
Cecilia Varela, Directora en el Clúster Biomédico de Juárez-El Paso, asegura que la industria de este giro ha crecido desde inicios de año. No obstante, reconoce que son las personas el elemento más valioso del que disponen la ciencia y la tecnología en un momento como este.
“Las personas que están trabajando en los dispositivos médicos son lo más importante; nosotros como Clúster estamos buscando que se reconozca el valor de su trabajo porque de él dependen muchas vidas”, afirmó Cecilia Varela a la vez que detalló que ellos, en conjunto con las autoridades de Gobierno del Estado, se mantienen al tanto de los mecanismos de seguridad con los que trabajan estas personas.
Varela puntualizó que desde enero pasado algunas empresas dispararon sus líneas de producción, especialmente para avocarse a la fabricación de componentes de ventiladores o equipo de protección personal y señaló que muchos de estos productos todavía se exportan a Estados Unidos, donde se hace el ensamble final.
A diferencia del resto de la industria que se encuentra paralizada a consecuencia del Covid-19 no sólo en el estado, sino de los daños generados previamente en otros países, el sector manufacturero enfocado a las áreas médicas está trabajando a capacidad máxima e incluso algunas empresas están buscando la manera de incursionar en este giro aunque para ello es necesario someterse a múltiples certificaciones.
Algunas de las ya certificadas para la elaboración de componentes médicos están Jonsohn & Jonsohn –entre las más grandes del estado–, Medtronic, Seisa Medical, RexMed, Critikon, Davol Surgical Innovations, Edumex, Salter Labs, entre otras.
Esta última, Salter Labs, es una de las empresas que los primeros días de marzo inició contrataciones para aumentar su personal en los diferentes turnos y así aumentar la producción de equipo médico, principalmente aquellos encaminados al cuidado respiratorio, como filtros bacterianos y virales que ayudan a reducir la transmisión de microbios y otras partículas patógenas, así como cánulas, tubos y conectores de oxígeno.
La trascendencia de producir estos componentes es lo que motiva a mujeres como Aracely a salir de su casa en medio de la contingencia, exponiéndose y, lo que es peor para ella, exponiendo a su familia.
“Al principio la pensé, me daba miedo ir a trabajar, contagiarme y regresar a mi casa. Pero también entiendo que lo que hacemos es importante para mucha gente que se enferma o que está en riesgo de morir”.
Así se expresó Aracely, quien explica que en la empresa en la que labora, cuyo nombre prefirió omitir, ha tomado precauciones tanto en los camiones de personal como en los horarios de descanso o de comida que tienen en la planta.
Aunado a ello, Aracely toma sus propias precauciones al llegar a casa y evita cualquier contacto con sus seres queridos.
“Aunque en el trabajo nos ponemos trajes especiales, nos revisan la temperatura y nos lavamos bien, yo siempre llego a mi casa derechito a bañarme y a lavar mi ropa”, explicó la mujer de 38 años de edad.
Y es que algunas de las compañías enfocadas al giro médico requieren de los más altos estándares de calidad y limpieza, por lo que algunas cuentan con el denominado “cuarto limpio”, en el cual no sólo el producto, sino también el personal debe pasar por un filtro de higiene, y es que de acuerdo a los códigos de ética de algunas empresas de este rubro, el cuidado del producto es también el cuidado de su personal.
La industria biomédica en Ciudad Juárez es principalmente de exportación. No obstante, algunas plantas radicadas en Juárez están buscando los mecanismos para apoyar a los habitantes de la ciudad fronteriza. Esto es a través de donativos o del trabajo coordinado con la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico del Gobierno del Estado. Algunas compañías están poniendo a disposición del sector público parte de su tecnología y mano de obra para subsanar algunas de las necesidades más urgentes de los hospitales, personal médico y, por lo tanto, de los pacientes.
FOTO: El pasado 2 de abril trabajadores de la planta denunciaron en Ciudad Juárez la falta de medidas de prevención ante la pandemia. / Especial
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