2021: resumen de música

Dic 25 • destacamos, Miradas, Música, principales • 3361 Views • No hay comentarios en 2021: resumen de música

 

En este segundo año de pandemia, pareció permear los esfuerzos de los profesionales de la música por permear la hibridez de las actividades, no sólo a nivel nacional, sino en el mundo entero; hubo grandes momentos musicales, pero también otras pérdidas importantes, como el deceso de Mario Lavista 

 

POR IVÁN MARTÍNEZ
Los últimos han sido los seis meses más raros de mi vida. Ni el primer año de la pandemia me había resultado tan desconcertante como la segunda mitad del 2021. Desde el acomodo al modelo híbrido de vida que combina un regreso a medias a la presencialidad con la otra mitad de actividades a través de las pantallas, con este sentimiento que es de alivio y final, combinado con ansiedad por un reinicio que continúa aplazándose. Para llegar al intento infructífero de intentar descifrar qué tanto de la fascinación por lo que uno escucha en vivo es realmente una satisfacción resuelta o simplemente una por la necesidad propia de hacerlo, sin importar el qué y el cómo.

 

Los primeros también fueron raros, pero no desconcertantes. El 2020 había sido intenso en la virtualidad, y la primera mitad del 21 llegó como un gran paréntesis entre la imposibilidad de lo presencial y el agotamiento de esa intensidad. En México, casi que nos limitamos a ver lo poco que llegaba del exterior, con unas breves excepciones poco memorables que lograron aparecer.

 

Se pudo escuchar, cuando París ya había vuelto a los escenarios, el estreno mundial de Gáente rouge, obra que Radio France le comisionó a Diana Syrse y que estrenó su Filarmónica los primeros días de febrero en su festival Presences. Permanecerá como un hito en la trayectoria de ésta, la compositora mexicana más importante de nuestra generación, y junto con el del concierto para piano de Gabriela Ortiz en Bretagne hace unos días, los dos más importantes del año en la creación mexicana.

 

 

De este lado, sólo existía durante esas primeras semanas el incesante impulso de la UNAM por imaginar, por crear, por no permitirse detener: a la par de las series que había inventado meses antes, en enero surgió Trasfrontera, lo que definí en ese momento como “el proyecto de programación internacional más ambicioso que haya tenido” la Universidad. Continuó durante todo el año.

 

 

Esa primera mitad, con intentos digitales ya muy fugaces por aquí y por allá de unos y otros, fue el ensamble del Cepromusic y su director José Luis Castillo quienes marcaron nuestra escena musical: no sólo fueron constantes en la producción audiovisual que nunca se detuvo, estrenando obras, regresando a otras de su repertorio, dotándonos a su público ahora de una biblioteca extensa y rica, también fueron los primeros en regresar a los conciertos en vivo, haciendo giras por la ciudad y regresando a Bellas Artes el 25 de junio; abriendo así la temporada que el recinto ha mantenido desde entonces y que permitió luego el paso a la Compañía Nacional de Ópera, a la Sinfónica Nacional, a la Orquesta de Cámara y a los Concertistas de Bellas Artes.

 

Es la Compañía Nacional de Ópera la que también merece el éxito que ha visto estos últimos meses: desde su vuelta al escenario el cuatro de julio, no ha parado y de la mano de su director Iván López Reynoso, han hecho lo inimaginable: sus galas y sus tres producciones (Montezuma, Ascanio en Alba y Fidelio) han sido una constante artística de solidez y compromiso. Que su director tomara la dirección en un momento en que algunos dudaron de su pertinencia (a mitad de la pandemia), hoy da frutos y sólo resta esperar que la compañía exprima el potencial de esta relación que, vista la creciente agenda internacional de la joven batuta, quizá no pueda durar lo deseable y necesario.

 

Mira la Ópera Fidelio aquí. 

 

Al lado de sus aciertos, algo deberá aprenderle la UNAM en relación con la elección de quien encabece a su orquesta filarmónica: la OFUNAM ya dejó pasar en una anterior elección a la estrella en ascenso Elim Chan y al francés Sylvain Gasançon (a quien todavía puede aprovechar): aun con el entusiasmo de quienes han regresado a escucharla, tanto por los resultados musicales como por la misma programación de estas semanas, fue duramente criticada; si bien lo anunciado para 2022 resuelve algunos problemas de cartel, tiene el mayor reto sinfónico de los que se vislumbran en la ciudad: el artístico, ligado al de la elección de su dirección.

 

Las otras orquestas de la ciudad también tienen retos y también tienen que ver con la manera en que caminaron durante los meses anteriores: la de Cámara tiene en su director Ludwig Carrasco el entusiasmo necesario para brindar programaciones atractivas en papel, pero falta energía y sustento para que sean atractivas ante el escucha. Al menos lo intentaron, del otro lado de la ciudad, la Filarmónica de la Ciudad —la otrora más notable de nuestras orquestas— pecó de inmovilidad rozando la invisibilidad. De ellas, quizás haya sido la Sinfónica Nacional la que mejor llevó la cuarentena: no habrá sido una temporada de grandes logros (aunque hubo dos conciertos muy relevantes en lo artístico: el de la violinista Shari Mason tocando y dirigiendo Vivaldi y el de López Reynoso como huésped y cantante), pero se mantuvo constante y en una solidez aceptable.

 

 

El año marcó el 50 aniversario de Drumming, la monumental obra de Steve Reich y Tambuco, más invitados como Iraida Noriega, Alethia Lozano o Iván Manzanilla, grabaron la obra con auspicio de la Universidad; la grabación continúa en sus canales digitales y permanecerá como uno de los aciertos del año. De la programación internacional digital que puede verse aún, encuentro el mayor atractivo del año en la ópera que Angélica Negrón escribió para la Opera Philadelphia: The island we made; condensa la sofisticación de su lenguaje musical con el atractivo visual, centrados en el aprovechamiento de recursos artísticos, conceptuales y técnicos, para volcarlos en una sola pieza que en otro escenario quizá ni siquiera se hubiera pensado.

 

 

Este arbitrario resumen no puede dejar de mencionar la partida este 2021 de Mario Lavista, nuestro compositor más importante desde Carlos Chávez; pero tampoco hacer votos para que el 2022 se celebren, a toda capacidad, los aniversarios 100 de Iannis Xenakis, 60 del percusionista Ricardo Gallado y 40 del Cuarteto Latinoamericano.

 

Foto: La violinista Shari Mason en concierto con la Sinfónica Nacional/ Crédito: Especial

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