La sostenibilidad en la industria editorial

Jul 16 • Reflexiones • 935 Views • No hay comentarios en La sostenibilidad en la industria editorial

La crisis climática obliga a que las empresas culturales también actúen para frenar esta emergencia

POR HUGO SETZER

El mundo se derrite. Pekín ha estado en días recientes a 41°C, la temperatura más alta desde que se lleva registro en aquel país. En la India se reportan cuando menos 96 muertes por la ola de calor que azota diferentes regiones del país. Un encabezado decía hace poco: “México se quiebra por ola de calor: Temperaturas récord en la mayor parte del país.”

La temperatura oceánica alcanzó este año su nivel más alto desde que se comenzó este registro en 1850 y el mundo acaba de experimentar el mes de junio más caliente de la historia. Todo ello resultado del cambio climático. La situación se ha vuelto tan severa, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya califica al cambio climático como “crisis climática” y dice lo siguiente:

“El cambio climático es la crisis que define nuestro tiempo, y está ocurriendo incluso más rápido de lo que temíamos. Ningún rincón del mundo es inmune a las devastadoras consecuencias del cambio climático. El aumento de las temperaturas está alimentando la degradación ambiental, los desastres naturales, los extremos climáticos, la inseguridad alimentaria y del agua, la perturbación económica, los conflictos y el terrorismo”.

“El nivel del mar está subiendo, el Ártico se está derritiendo, los arrecifes de coral están muriendo, los océanos se están acidificando y los bosques están ardiendo. Está claro que seguir como de costumbre no es lo suficientemente bueno. A medida que el costo infinito del cambio climático alcanza niveles irreversibles, ahora es el momento de una acción colectiva audaz”.

Miles de millones de toneladas de bióxido de carbono (CO2) se liberan a la atmósfera cada año como resultado de la producción de carbón, petróleo y gas. Los combustibles fósiles proveían en 2017 el 86% de la energía del planeta.

Los últimos cuatro años han sido los más calurosos registrados. Según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de septiembre de 2019, estamos al menos un grado Celsius por encima de los niveles preindustriales y cerca de lo que los científicos advierten que sería “un riesgo inaceptable”.

Stephen Pinker, quien en su libro En defensa de la ilustración da motivos de fundado optimismo para el futuro, basado en datos duros de desarrollo del mundo, reconoce la crisis climática como uno de los grandes problemas a resolver.

Parte del problema es que, con frecuencia, pensamos que estos problemas son tan grandes que no podemos hacer nada al respecto. También está la expectativa de que “alguien más” vendrá a solucionarlos.

Por más desalentadores que parezcan los problemas que enfrentamos, es posible solucionarlos, si nos unimos todos en este esfuerzo.

De acuerdo con António Guterres, Secretario General de la ONU, podemos crear un futuro verde, en el que se restablezca la armonía entre las personas y el planeta, si los gobiernos, las empresas, la sociedad civil y la academia trabajan juntos.

Stephen Pinker dice que: “los problemas tienen solución. No se resuelven por sí mismos, pero podemos resolverlos si aplicamos las fuerzas benevolentes de la modernidad, como la inversión en ciencia y tecnología.”

Por ello, todos los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron en 2015 La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que proporciona un plan compartido para la paz y la prosperidad de las personas y el planeta, ahora y en el futuro. En su núcleo se encuentran los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son un llamado urgente a la acción de todos los países.

Los ODS reconocen que poner fin a la pobreza y otras privaciones debe ir de la mano con estrategias que mejoren la salud y la educación, reduzcan la desigualdad y estimulen el crecimiento económico, todo mientras abordan el cambio climático y trabajan para preservar nuestros océanos y bosques.

A raíz de esta agenda para el desarrollo sostenible y, debido a la preocupación de la industria editorial internacional para unirse a este esfuerzo, en 2020 la ONU en conjunto con la Unión Internacional de Editores, lanzamos el Pacto de Editores para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los firmantes aspiran a desarrollar prácticas sostenibles y a actuar como promotores de los ODS durante la Década para la Acción (2020-2030). Cientos de editores de todo el mundo han firmado ya el Pacto, estableciendo un compromiso para la acción.

La sostenibilidad en la industria editorial también pasa por quienes conforman la cadena productiva del libro. Por ello me parece que para una asociación como la CANIEM, el Objetivo más importante para trabajar es el 17, sobre las Alianzas.

La Cámara de la Industria Editorial está trabajando para hacer conciencia de la importancia del tema con nuestros afiliados. Pero también con otros actores en la cadena productiva del libro. Hay iniciativas muy interesantes por parte de la Cámara del Papel y también de la Cámara de las Artes Gráficas y estamos trabajando conjuntamente para avanzar en incidir de manera real en las mejoras que nos marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Hace 66 millones de años los dinosaurios, junto con tres cuartas partes de la vida en el planeta, se extinguieron, debido a un cataclismo que los investigadores siguen intentando resolver. El hecho es que no lo pudieron prever y no estaban preparados para ello.

Hoy, mientras usted lee este artículo cómodamente sentado, aunque algo acalorado, la humanidad enfrenta un escenario potencialmente catastrófico, con dos diferencias importantes. Primero, el problema lo hemos creado nosotros mismos. Sin embargo, al mismo tiempo, tenemos la inteligencia que no tuvieron los dinosaurios, así como los elementos y los recursos científicos y tecnológicos para remediarlo, si tenemos la voluntad. Confío en que la tendremos y que actuaremos en consecuencia.

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