El camino real de Tierra Adentro

Feb 20 • destacamos, principales, Reflexiones • 2639 Views • No hay comentarios en El camino real de Tierra Adentro

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En el número 380 de Confabulario se publicó el artículo “Un lustro de la Secretaría Cultura”, en el que su autor se refirió, entre otros temas, al trabajo del Fondo Editorial Tierra Adentro. El director de este programa y el autor del artículo debaten sobre la rendición de cuentas y descentralización en la promoción de nuevos escritores

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POR VÍCTOR SANTANA

Director editorial de Tierra Adentro
El pasado 13 de febrero, el escritor Sergio Ramírez Cárdenas publicó el ensayo “Un lustro de la Secretaría de Cultura” en el suplemento Confabulario del periódico El Universal. Habrá, sin duda, comentaristas más capacitados que yo para ponderar lo acertado o fallido de su análisis, sin embargo su valoración del trabajo del Fondo Editorial Tierra Adentro admite correcciones y deja de lado información que contradiría su tesis.

 

No escribo estas líneas desde el agravio, al contrario, me mueve la oportunidad de enriquecer el debate de la política cultural con datos que, quizás, desde Tierra Adentro, no hemos sabido comunicar con precisión. Desde ya le agradezco a Ramírez Cárdenas su trabajo, que nos obligó en Tierra Adentro a reflexionar sobre los dos últimos años del programa.

 

 

En su ensayo, Ramírez Cárdenas asegura: “Las consecuencias de ello [la centralización] se manifestaron ya desde el primer año del sexenio, al cancelar la publicación de doce títulos bajo el argumento de que eran “primeros borradores con potencial todavía no alcanzado”, no obstante que dichas publicaciones habían sido dictaminadas desde el año anterior. Y esto sucedió justamente con el programa editorial Tierra Adentro, que tenía en la descentralización su principal razón de ser y el peso mayor de su importancia.”

 

 

El dictamen “externo”
Ramírez Cárdenas se refiere a una controversia aparecida en prensa, pero sobre la que habría que volver: al inicio de la actual administración de Tierra Adentro, encontramos 16 manuscritos que habían recibido dictamen externo. En la mayoría de los casos se recomendaba un trabajo de edición severo antes de su publicación. Conviene aclarar: no se había suscrito ningún contrato con los autores y el dictamen externo no supone (ni suponía) la obligación de ser publicados.

 

 

Revisar esos manuscritos fue nuestra prioridad. Encontramos que dos de ellos eran extremadamente valiosos e importantes, y de inmediato inició un proceso arduo de edición. Otros dos manuscritos eran tremendamente originales, pero hacía falta que los autores reorganizaran el texto; así se los hicimos saber, y aceptaron el reto. Consideramos que los doce libros restantes eran, efectivamente, primeros borradores, por lo que propusimos a sus autores que los trabajaran con miras a la convocatoria de 2020; adicionalmente, los invitamos a publicar en nuestra web y recibir el pago correspondiente.

 

El meollo del asunto es la falsa sensación de equidad que brindaba el dictamen externo. Porque no todos los libros que llegaban a la convocatoria de Tierra Adentro recibían dictamen externo. ¿Cuál era entonces el criterio para que un libro recibiera dictamen externo? ¿Leían todos los libros antes? ¿Recibían recomendaciones? Misterio absoluto. En cualquier caso, el dictamen externo suponía una política de des-rendición de cuentas por medio de la cual la dirección editorial de Tierra Adentro se desligaba de cualquier tipo de responsabilidad sobre los libros publicados.

 

Entre los autores de los 16 manuscritos existía una representación desproporcionada de escritores vinculados a las instituciones culturales de la Ciudad de México. No cabe duda que esto se debe a sus méritos y características excepcionales, sin embargo demuestra que el dictamen externo hacía un flaco favor a la descentralización, y creo, con Ramírez Cárdenas, que Tierra adentro tiene ahí “su principal razón de ser y el peso mayor de su importancia”.

 

 

La descentralización
Un programa como Tierra Adentro está obligado a ser de todas, todos y todxs. Por eso nos tomamos muy en serio la descentralización. Pero por descentralización entendemos un proceso que abarca territorios, géneros, clases, etnias, lenguas e identidades.

 

 

La ampliación temática de la línea editorial de Tierra Adentro da fe de esa vocación descentralizadora, sin embargo prefiero ceñirme a los datos obtenidos el 15 de mayo de 2020, cuando hicimos un primer alto en el camino para revisar si habíamos tenido éxito en acercar a Tierra Adentro a más personas. Estos son algunos de los resultados:

 

 

1) Del 1 de diciembre de 2018 al 15 de mayo de 2020, 300 artistas se habían beneficiado del programa, 232 autores y 68 ilustradores. La proporción de edad es de 76% jóvenes menores de 35 años y 24% mayores de 35 años. Y la proporción de género es de 56% hombres y 44% mujeres.

 

 

2) En 2019 se realizaron 186 presentaciones de libros que tuvieron en total 12 mil 83 asistentes. En 2020, entre el 1 de enero y el 15 de marzo, inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, se realizaron 26 presentaciones de libros con un total de 493 asistentes. El resto de 2020 y en 2021 nuestros autores han participado en decenas de presentaciones virtuales, a las que se suman las transmisiones en nuestro canal de Twitch.

 

 

3) El tráfico de la web de Tierra Adentro ha tenido un crecimiento singular. En 2019 registró 723 mil 566 visitas, un incremento del 395% respecto al tráfico de 2018, y superior en un 184% respecto a 2016, el año anterior de mayor número de visitas. Y en 2020 recibimos 937 mil 612 visitas, un crecimiento del 28% respecto a 2019.

 

 

4) Tierra Adentro organizó 22 talleres literarios en 6 entidades. Los talleres los llevaron a cabo 16 talleristas, 9 hombres y 7 mujeres, de los cuales 75% son menores de 35 años. En total participaron 382 asistentes. Tres de los talleres se realizaron en penales federales.

 

 

5) Aunque la Ciudad de México es todavía la entidad mayoritaria entre autores e ilustradores, esta es una mayoría simple. La proporción de lugar de origen es de 37% de la Ciudad de México, 55% de otros estados del país y 8% extranjeros.

 

 

Sin duda hay camino por recorrer. Las cifras anteriores muestran que todavía quedan algunos espacios de inequidad y centralización, pero van aceleradamente a la baja. También esas cifras muestran una masificación sin precedentes de Tierra Adentro, lo que se ha visto reflejado en nuestras ventas, redes y cualquier otra métrica.

 

 

La pandemia ha ralentizado a la industria editorial, y Tierra Adentro no es la excepción. Sin embargo este no ha sido tiempo muerto para nosotros. Preparamos con esmero nuestro plan editorial 2021 a sabiendas de que nuestros lectores se multiplican y se vuelven más exigentes. Y anhelamos que nuestra antología sobre el primer año del COVID-19, de próxima aparición, sea entendida como un fresco generacional de literatura mexicana de altísima calidad en un momento histórico crucial.

 

 

Pero sobre todo el encierro nos ha servido para encontrar a autores e ilustradores cada vez más jóvenes, de latitudes más lejanas y algunos sin otro vínculo al aparato cultural que sus publicaciones en nuestra web. Ellos son nuestro Norte, y nuestra misión salir a buscar, insistentemente, las nuevas literaturas que se gestan fuera de todos los centros.

 

FOTO: Especial

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