Las huellas de todo lo perdido: una reseña de “Ceniza en la boca”, de Brenda Navarro

Ene 21 • destacamos, Lecturas, Miradas, principales • 868 Views • No hay comentarios en Las huellas de todo lo perdido: una reseña de “Ceniza en la boca”, de Brenda Navarro

 

En Ceniza en la boca, galardonada como Libro del año 2022 en los XII Premios Cálamo, Brenda Navarro cuenta la historia de una dolorosa descomposición familiar en medio de un remolino de precariedad y desarraigo en una tierra extrajera

 

POR RODRIGO MENDOZA 
Brenda Navarro se ha convertido en portavoz de aquello que no puede llegar a ser, de lo que se pierde en el camino. Su escritura se acomoda en el espacio que se abre entre la pérdida y el remordimiento. Ya en su novela debut, Casas vacías (Sexto piso, 2019), Navarro había explorado dos perspectivas de una maternidad imposible o, mejor dicho, una maternidad que era y se desmoronó; dos proyectos de familia derrumbándose en un estruendo de soledad y hastío. Ahora, con Ceniza en la boca (Sexto piso, 2022) asistimos a otra larga y dolorosa descomposición familiar culminada con un suicidio. En ambos libros, a fin de cuentas, somos testigos de vidas que se quedan a medio camino.

 

 

Sin alcanzar las cuotas de genialidad de su primera novela, pero con la madurez de quien observa con agudeza los problemas sociales que aquejan nuestros días, Navarro nos muestra una hermandad desintegrándose en un remolino de precariedad y desarraigo. Ceniza en la boca es narrada por una mujer que trata de llenar el vacío dejado por su madre —ausente física y emocionalmente— mientras su hermano adolescente pierde poco a poco las ganas de vivir. Al mudarse a España pensando en mejorar su situación y acercarse más a su madre, este par de personajes termina por sucumbir ante el agujero existencial que ya los acechaba desde el comienzo; ambos son el remanente de una familia que nunca existió en realidad, porque en las historias de Brenda Navarro siempre vemos los cimientos de lo que no llegó a ser, escuchamos los ecos de aquello que se rompió. En su obra no hay espacio para el futuro, las circunstancias no pueden mejorar, los problemas nunca se terminan. Navarro sentencia casi al final de este libro: “Está muy cabrón eso de vivir para el futuro porque ya te sientes inútil en el presente y miserable en el pasado”. Sólo existen, pues, migajas de un presente sumergido en el dolor y los destellos de un pasado asfixiante que somete a la memoria con torturas emocionales. No se puede mirar hacia adelante cuando se está roto por dentro.

 

Si bien la autora aprovecha para denunciar que la maternidad es, sobre todo, una idealización construida desde la violencia social que caracteriza nuestra vida cotidiana, sería muy simplista reducir sus dos novelas a una problematización sobre la maternidad. Más bien, Navarro explora la complejidad de los lazos interpersonales en un contexto de desamparo, trauma, violencia, ira contenida y carencias afectivas. ¿Se pueden, acaso, sostener los vínculos familiares en las condiciones sociales más adversas? Desde luego, Ceniza en la boca no pretende lanzar juicios para afirmar una visión normativa de lo familiar ni de la materno, por eso se concentra en las decisiones —y sus consecuencias— de un par de hermanos heridos por un desempeño materno que les clausuró todos los caminos posibles y una madre distanciada física y emocionalmente de sus hijos en resguardo de su propia cordura. En cualquier caso, nos hallamos frente a un puntual estudio del desencanto existencial como producto de la desintegración familiar, un vistazo a lo que sucede tras abandonar todas las expectativas. La narradora de esta historia admite que el único lazo que la mantiene unida a su hermano es “ese sentimiento de comunidad de sabernos unos pinches desgraciados, inútiles, soberbios, apasionados (…) porque para sobrevivir necesitábamos mucha pasión”. Resistir la naturaleza corrosiva de este mundo, Navarro lo sabe bien, implica más que sólo voluntad.

 

Después de todo, ¿cómo juntar los pedazos de una familia que nunca estuvo unida? Tras la muerte de Diego, su hermano, esta mujer también debe encontrar la manera de recuperar sus propias ganas de existir en medio de la violencia e impunidad que la rodea. Porque, de entre los muchos fantasmas que cercan las páginas de esta novela, el fantasma de la desaparición resulta el más peligroso porque su presencia yace entre líneas: mujeres violentadas que nunca vuelven a ser vistas, ecos de vidas apagadas en medio de la incertidumbre. Todo lo contenido en Ceniza en la boca confirma la dificultad de resistir en este mundo y, particularmente, en este país. Aquí todo es ceniza.

 

México es territorio hostil, es evidente, pero Navarro también perfila a Madrid y Barcelona como espacios que devoran las ilusiones de aquellos que han dejado su tierra buscando algo mejor para darse cuenta de que allá tampoco hay lugar para ellos. Navarro cambia ligeramente el foco bajo el que observamos el fenómeno migratorio. La boca del lobo no solamente es Estados Unidos y el desierto fronterizo; también Europa engulle las vidas de quienes huyen de México y Latinoamérica para intentar sortear la violencia y la precariedad. En España, el racismo y la intolerancia se erigen igualmente como armas dispuestas a destruir las ilusiones y el deseo de pertenecer. Es en Madrid, además, donde Diego se quita la vida como el último acto de libertad que le resta.

 

Así, con su distintiva escritura vertiginosa, Navarro elabora un complejo proceso confesional de una mujer que, en el tono más común, narra su descenso a un terrible infierno emocional tras perder a su hermano, sus esperanzas, su juventud. Aquí no caben las florituras ni la prosa milimétrica. La contundencia literaria de Navarro no reside en la pulcritud sintáctica de su escritura, sino en la precisión con que, reproduciendo el registro oral, expone las heridas emocionales de todos sus personajes. La llaneza de su lenguaje es su mejor estrategia narrativa.

 

FOTO: Brenda Navarro es también autora de Casas vacías (Sexto piso, 2019), que explora maternidades frustradas/ Archivo EL UNIVERSAL

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