Pantallas
El nuevo ballet de Wong Kar-wai
POR MAURICIO MONTIEL FIGUEIRAS
Pocos directores contemporáneos tejen las redes de relaciones íntimas con la elegancia de fondo y forma que Wong Kar-wai despliega película tras película. De la temprana Days of Being Wild (1990) a los dos formidables dípticos consagrados a los ritos románticos en la juventud y la madurez (Chungking Express/Fallen Angels, de 1994 y 1995, e In the Mood for Love/2046, de 2000 y 2004), pasando por Happy Together (1997) y My Blueberry Nights (2007), su tibio debut en el cine de habla inglesa,
Kar-wai ha demostrado poseer un ojo singular para captar los diversos hilos que integran el tapiz del amor en los tiempos centrífugos que corren desde los estallidos nucleares en Hiroshima y Nagasaki.
Igualmente inconclusos en el plano carnal son Ip Man (Tony Leung) y Gong Er (Zhang Ziyi), la pareja protagónica de The Grandmaster (2013), el nuevo filme de Kar-wai que abrió la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Berlín y que está por estrenarse en México. Ambos personajes hacen del Wing Chun, el arte marcial chino que se remonta al siglo XVII y en el que son expertos, un modo no sólo de comprender y enfrentar el mundo sino de establecer un nexo afectivo.
La secuencia en que Ip y Gong pelean por primera y única vez, un tour de force diseñado como el resto de los cuadros de acción por Yuen Woo-ping —el gran coreógrafo que trabajó asimismo en la trilogía Matrix (1999, 2003), El tigre y el dragón (2000) y el díptico Kill Bill (2003, 2004)—, esconde un sutil ingrediente de deseo que florece en la correspondencia mantenida a lo largo de los años y se materializa en el obsequio que Ip recibe a la muerte de Gong: un mechón de pelo quemado dentro de una pequeña caja metálica. El amor, sugiere Kar-wai, se manifiesta y subsiste a través de talismanes insólitos.
Basada libremente en la vida de Ip Man (1893-1972), el maestro del Wing Chun que ha sido detonador de varias películas asiáticas y entre cuyos alumnos llegó a destacar Bruce Lee, The Grandmaster es la segunda incursión de Kar-wai en el género Wuxia, filón emblemático de la literatura, la televisión y el cine chinos que explora las artes marciales con sus múltiples paladines. (La primera incursión de Kar-wai en este terreno, Ashes of Time [1994], tuvo una versión redux en 2008.) Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en otros magníficos ejemplos del Wuxia como El tigre y el dragón, de Ang Lee —la cinta con la que el género entró en Hollywood—, o la trilogía de Zhang Yimou conformada por Héroe (2000), La casa de los cuchillos (2004) y La maldición de la flor dorada (2006), los personajes de The Grandmaster tienen los pies plantados en el suelo con mayor firmeza.
Aunque también acusan la levedad calviniana que caracteriza a los protagonistas del Wuxia, estos guerreros emprenden un vuelo más psíquico que físico porque asumen plenamente sus ataduras históricas y existenciales. Sofisticada reflexión sobre los mecanismos de la memoria y la pérdida, temas presentes en toda su filmografía, el nuevo ballet de Wong Kar-wai alcanza una altura asombrosa sin olvidar la tierra que lo engendra.
*The Grandmaster. Director: Wong Kar Wai. Reparto: Tony Leung, Ziyi Zhang, Chen Chang. Guión: Wong Kar Wai. País: Hong Kong.
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