La ruta de los viajes sin informes; una investigación periodística

Abr 29 • Conexiones, destacamos, principales • 2767 Views • No hay comentarios en La ruta de los viajes sin informes; una investigación periodística

 

En 4 años al frente de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto ha realizado viajes al exterior con una agenda confusa, resultados pobres e informes inexistentes. Este es un trabajo de periodismo cultural apoyado en solicitudes de transparencia, que hoy la Presidencia busca obstaculizar

 

POR REYNA PAZ AVENDAÑO
Los viajes que en cuatro años realizó la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, a Argentina, Corea del Sur, Cuba e Italia evidencian una agenda sin planeación, nula aportación de contenidos a festivales internacionales, una incompleta rendición de cuentas y la inexistencia de informes públicos sobre los proyectos que presentó en el extranjero.
De acuerdo con la dependencia, en esos viajes la funcionaria gastó 258 mil 300 pesos; sin embargo, poco se conoce de sus actividades que efectuó a favor de la cooperación internacional, algunas de éstas sólo se deducen por fotografías que publicó en sus redes sociales.

 

Encomienda de exvotos

 

El 4 de marzo de 2019, Frausto realizó su primer viaje al extranjero. A través de la empresa Iberia, compró un boleto de avión por 25 mil 927.28 pesos. El boleto se adquirió el 27 de febrero, es decir, con cinco días de anticipación e incluyó dos cargos: uno por traslado de 707.60 pesos y otro “administrativo”, por 348 pesos.

 

El costo del vuelo redondo fue de 26 mil 982.88 pesos, adquirido con la partida presupuestal 37106 (pasajes aéreos internacionales) y con el esquema de gastos en comisiones oficiales.
En una escala del viaje, en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas de España, la secretaria consumió dos cafés y una tartaleta por 214 pesos, después llegó a Italia la mañana del 6 de marzo para participar en la ceremonia de restitución a México de 596 exvotos repatriados por el gobierno de Italia. Además, “participó en diversas actividades culturales con instituciones de Roma” sin detallar cuáles, según se observa en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).

 

En un boletín de prensa, la Secretaría de Cultura (SC) menciona que la recuperación de los exvotos sucedió en 2018, es decir, en la administración de María Cristina García Cepeda, cuando el teniente italiano Lanfranco Disibio envió al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) imágenes de los exvotos que fueron asegurados por el Comando Carabinieri Tutela Patrimonio Cultural Nucleo de Monza.

 

La entrega de estos bienes se efectuó sin contratiempos, afirmó Frausto en su cuenta de Twitter. Antes de la ceremonia, la secretaria se instaló en un hotel de cinco estrellas, Savoy Roma, y pagó dos noches por 430 euros (9 mil 593.30 pesos).

 

Aunque este viaje duró tres días, se desconoce cuál fue la agenda de trabajo ya que con las facturas transparentadas únicamente se sabe que la funcionaria gastó 36,790 pesos del erario.

 

Sin transparencia

 

Al ingresar a la página de la Secretaría de Cultura, en su apartado de Dirección General de Asuntos Internacionales, aparece una numeralia de 2015 y no hay actualización del Programa de Apoyo para Viajes Internacionales, lo único reciente es de 2020 cuando sucedió el evento de Alto Nivel “Construyendo un Decenio de Acciones para las Lenguas Indígenas”.

 

¿Por qué es importante que la Secretaría de Cultura transparente o emita algún informe sobre las actividades en el extranjero?, se le pregunta a la internacionalista y especialista en diplomacia cultural Fabiola Rodríguez Barba.

 

“Una de las características de las democracias contemporáneas es la transparencia y la rendición de cuentas. En ese sentido, la Secretaría de Cultura, como todas las dependencias del gobierno federal, deberían tener en su página institucional un espacio para el acceso de consulta ciudadana, además de estar actualizada. No hay razón alguna para que esto no sea así”, responde.

 

En particular, cuando este gobierno se considera distinto a otras administraciones en las que imperaba la opacidad, agrega la experta. “Por ende, es necesario contar con esos datos no sólo para fines académicos o de investigación, sino para hacer válido el derecho a la información de la sociedad”.

 

Constancia del vuelo a Cuba, una visita que no informó el asunto cultural a tratar.

 

Silencio en la isla

 

Uno de los viajes más opacos de Frausto es el realizado en enero de 2020 a La Habana, Cuba, ya que de éste no existen documentos que detallen el motivo de su visita, sólo por la factura de hospedaje se observa que estuvo en la isla del 20 al 22 de enero.

 

La funcionaria compró un boleto de avión por 9 mil 826.34 pesos y se alojó en el Hotel Nacional de Cuba, donde se desconoce si le aplicaron un descuento o un convenio para no cobrarle su estancia, se observa en la comprobación de gastos.

 

De las actividades no existe un reporte público, pero sí fotografías en su cuenta de Instagram, donde presumió que visitó la Casa de las Américas y ahí habló con el escritor Abel Prieto. En otra imagen aparece posando en una oficina con el historiador Eusebio Leal, encuentro donde estrenó un anillo de plata de la joyería Koan.

 

En otra publicación, Frausto anunció que estuvo con Alpidio Alonso, ministro de Cultura de Cuba; con Miguel Díaz Reynoso, embajador de México en Cuba; y asistió a reuniones con: Silvio Rodríguez, Nicolacito Guillén, Jorge Fernández, Leonardo Padura, Roberto Fabelo y Jorge Perugorría Pichi. Sin embargo, no hay detalle de las conclusiones, convenios o acuerdos que haya pactado la secretaria en esos encuentros.

 

Agenda incumplida

 

A principios del sexenio, Frausto ofreció un programa de exposiciones itinerantes en México y el mundo. “Prometió a granel, lo cual sabemos que no empobrece, pero si no se cumple a la larga desprestigia y mucho”, expresa el experto en diplomacia cultural, Gerardo Ochoa Sandy.

 

El especialista señala que en la sección “Mirar de frente al mundo”, del folleto El poder de la cultura, la funcionaria aseguró que trabajaría en coordinación con “embajadas y agregadurías culturales”, en especial, “en los países donde la comunidad mexicana es significativa en la vida económica e intelectual”.

 

“Donde sí perdió los estribos fue en la primera Reunión de Embajadores y Cónsules. Justo con ánimo de darle vuelo a la hilacha de los mentados usos, costumbres y tradiciones, le puso más crema a los escamoles. El 7 de enero de 2019 anunció los seis ejes de la política cultural internacional”, recuerda Ochoa Sandy.

 

El primero de esos ejes fue la “reconfiguración simbólica de México en el mundo”, que en palabras del especialista, “a la fecha, seguimos sin saber qué quiso decir con ello”.

 

Otros planteamientos fueron: la “acción cultural” para el apoyo a los migrantes, la Cultura como “factor clave” dentro de la agenda 2030 y para “detonar” el desarrollo económico y recomponer el tejido social, y las “lenguas nacionales” como “herramientas fundamentales”.

 

“Igualmente anticipó la creación del Consejo de Diplomacia Cultural, que se presentó en el Palacio de Bellas Artes con un conjunto de notables, y que sería el canal de comunicación entre la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la SC, para evitar duplicidades y trabajar con estados y municipios. No fue necesario: nada se duplicó pues nada se hizo”, advierte.

 

Crisis y austeridad

 

En 2021, Frausto no realizó viajes, el motivo: el aislamiento que obligó el Covid-19. La pandemia, en opinión de la internacionalista Fabiola Rodríguez Barba, repercutió negativamente en el sector cultural, no sólo en México sino en el mundo.

 

“La infraestructura cultural de cada país se puso a prueba ante esa situación inédita. En el caso de México, hubo un retroceso debido a que la situación económica y sus necesidades relegaron a segundo término las cuestiones culturales”, dice.

 

A esto se sumó la política de austeridad republicana que, para Rodríguez Barba, ha minado, por ejemplo, los recursos de la SRE a través de la Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural. “Con presupuesto disminuido se reduce el impacto de las acciones que pudiese desarrollar”.

 

Constancia del vuelo a Seúl, Corea del Sur.

 

Paseo en Corea del Sur

 

El tercer viaje internacional de Frausto fue a Seúl, durante mayo de 2022, ahí presentó el programa de actividades de la edición 50 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
De acuerdo con un comunicado del 26 de mayo de 2022, al SC detalló que la funcionaria también presentó la agenda de la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales (Mondiacult); asistió a una Reunión Internacional sobre la Cultura, las Artes y la Educación; visitó la Casa Azul Cheong Wa Sae, y visitó la exposición Aztecas: el pueblo que movió al sol en el Museo Nacional de Corea.

 

Aunque la comprobación de su viaje no está en la PNT, sus facturas indican que estuvo en Seúl del 22 al 27 de mayo. El pasaje, obtenido a través de Viajes Premier, costó al erario 113 mil 698 pesos y contó con una parada en el Aeropuerto de San Francisco, Estados Unidos, donde compró un plato de carnes y diversas bebidas por 859 pesos.

 

Ya instalada en Corea del Sur, el 24 de mayo a las 16:00 horas pagó un servicio de la empresa Star Friend, en el barrio Insa-dong, perteneciente al distrito Jongno-gu, lugar emblemático por la cantidad de galerías de arte y antigüedades que alberga. Sin que la factura especifique el servicio, Frausto desembolsó 2 mil 442.96 pesos.

 

Otra información que proporcionan las facturas es que el 27 de mayo, la titular acudió al negocio Passion 5, ubicado en el distrito de Yongsan-gu, donde consumió un bagel de salmón, una baguette con salsa sriracha y jugos por un costo de 35 mil 500 wones (554 pesos).

 

El 28 de mayo gastó 42 mil 400 wones (662 pesos) en un helado de la marca Monty Bojangles, un té, galletas, pan y un paquete de pollo, insumos que hizo en el Aeropuerto Internacional de Incheon, probablemente mientras esperaba su vuelo de regreso al país.

 

Las cuentas que entregó Frausto a la PNT suman 118 mil 218 pesos, aunque estos gastos no incluyen hospedaje ni traslados que implicó su agenda aun desconocida hasta hoy.

 

Política de buena voluntad

 

En septiembre de 2022, México fue sede de la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible Mondiacult y la ponencia de Frausto se enfocó en detallar programas como Cultura Comunitaria y la apertura del Centro Cultural Los Pinos, así como la campaña “Mi patrimonio no se vende”.

 

¿Considera que en ese discurso faltaron cifras sobre convenios, intercambios, exposiciones y demás proyección de México en el extranjero?, se le cuestiona a Fabiola Rodríguez Barba.
“En cierto modo, sí. Pero además de las cifras, convenios y un listado de acciones, hubiera sido más conveniente subrayar la posición de México frente a los temas centrales de Mondiacult; por ejemplo, el tráfico ilícito de bienes culturales o la vinculación de la cultura con los avances tecnológicos.

 

“Lo anterior, debido a que se ha incrementado de manera sustancial la expoliación y tráfico de bienes culturales; particularmente, a partir del confinamiento en el contexto de la pandemia se potencializó ese fenómeno a nivel internacional”, asevera.

 

—¿“Mi patrimonio no se vende” es una acción de diplomacia cultural o de diplomacia pública? —se le pregunta.

 

—La ubicaría como una acción de diplomacia pública debido a que tiene como intención sensibilizar a los públicos extranjeros sobre la importancia de salvaguardar la memoria colectiva. Como consecuencia de ello, en los últimos tres años, se ha recuperado una gran cantidad de objetos del patrimonio cultural mexicano en manos de privados o de gobiernos extranjeros —responde.

 

Al respecto, Ochoa Sandy advierte que Frausto no es la primera funcionaria cultural en encargarse de la repatriación de bienes. “Sandra Rozental ha documentado que la tarea de repatriación de piezas se remonta hasta Maximiliano de Habsburgo, que muchas de las piezas recuperadas por la administración federal actual son falsas, que la mayoría han sido más bien devueltas como actos de buena voluntad, y que su invariable destino serán las bodegas”, indica.

 

Constancia del vuelo a Argentina, donde Frausto acompañó a la primera dama Beatriz Gutiérrez Müller.

 

Acompañante de lujo

 

Por indicaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria viajó a Buenos Aires en octubre de 2022 para apoyar a la primera dama Beatriz Gutiérrez Müller en la entrega de documentos y reproducción de un mural de Montenegro a los presidentes de Chile y Argentina.

 

Frausto compró un boleto redondo, por segunda ocasión a través de Viajes Premier, empresa que utilizó a inicios de sexenio para contratar equipo audiovisual y a artistas lo que le valió protestas por atrasarse más de un año en pagar la prestación de servicios profesionales.

 

El costo del vuelo fue de 80mil 487 pesos y en la factura se observa que lo compró el 24 de octubre por la tarde, ella llegaría el 26 a Argentina. Su misión: la entrega de la réplica del mural Retrato de personajes de la historia: Gabriela Mistral y Berta Singerman, de Roberto Montenegro, en el Museo del Bicentenario, donde el presidente argentino Alberto Ángel Fernández la esperaba.

 

La otra factura que transparentó Frausto fue su estancia en el Hotel Sofitel, del 24 al 28 de octubre, por un monto de 637.47 dólares (12 mil 978 pesos) esto suma un gasto de 93 mil 465.88 pesos sin contar el consumo de alimentos y transporte que la secretaria no informó.

 

Sin rumbo internacional

 

En suma, en los viajes se desconocen las estrategias y actividades propias de la diplomacia cultural que Frausto planteó en el extranjero: exposiciones, festivales, estancias artísticas, intercambios educativos e institucionales, firmas de convenios o proyectos de inversiones.

 

La falta de informes de las actividades y la justificación incompleta de viáticos son los elementos que dificultan entender los ejes de la agenda internacional de la secretaria. “A lo largo de casi cinco años, es decir, en las postrimerías del final del sexenio, no hay ni siquiera atisbos, por parte de la secretaria de Cultura, de una política de difusión cultural a nivel internacional”, plantea Ochoa Sandy.

 

Las evidencias, agrega el escritor, son: el escaso o nulo apoyo a exposiciones, a orquestas, a artistas escénicos, a escritores y a compañías nacionales.

 

“Las participaciones en los festivales de cine han menguado e inclusive, por instrucciones del Ejecutivo, en 2019 la directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) tuvo que volver del (Festival de) Cannes y se cerró el stand de México. En la Bienal de Venecia, mermó la calidad de los pabellones, que sólo entienden sus autores, y se ha impugnado la violación a acuerdos, como sucede en la edición de este 2023”, enfatiza.

 

Para el experto, el panorama no cambia en ferias internacionales del libro que han dependido de los esfuerzos de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana y editoriales independientes. “El presupuesto de la Dirección General de Publicaciones fue arrebatado por el Fondo de Cultura Económica, adscrito a la Secretaría de Educación Pública, y la presencia de México depende de los caprichos de Taibo II, quien le ha puesto reparos a ferias como la Frankfurt o Guadalajara, y al que sólo le importan sus tendidos, clubes de lectura y la Feria del Zócalo, negocio que coorganiza con su esposa”, indica.

 

FOTO: La secretaria de Cultura, Alejandra Frasuto, ha manejado una agenda cultural en el extranjero en la opacidad. Crédito de imagen: Archivo El Universal

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